SI SU CENTRO CULTURAL NO PERTENECE A ESTA RED... HÁGALO SOCIO

6 de febrero de 2012

El Centro Cultural Logomo, Turku 2011 y la sostenibilidad

Un interesante caso de estudio sobre la sostenibilidad y el programa de las Capitales Europeas de la Cultura

Mientras que el pasado sábado 21 de enero comenzó el programa de "Guimarães 2012" Capital Europea de la Cultura" (CEC) con una gran ceremonia de apertura – lo que su compañera eslovena "Maribor 2012" hacía una semana antes – llega la hora del balance para las dos ciudades que durante 2011 enarbolaron el título de la capitalidad: Turku en Finlandia y Riga en Estonia. Pero no solamente, comienza también en el desarrollo cultural de ambas ciudades, la transición hacia la etapa posterior al año de la capitalidad. Esa etapa que presenta siempre cierta incertidumbre, a pesar de ya haber sido considerada desde el inicio en la definición del espíritu del programa, así como en su largo proceso de planeación.

Explorar el tema de las Capitales europeas de la Cultura y sus efectos a mediano y largo plazo merece una atención particular, como lo han venido mostrando Robert Palmer o la Dra. Beatriz García, entre otros. En el marco de la plataforma de análisis y reflexión "Poiein kai Prattein" (Crear y hacer), algunos investigadores interesados en el triángulo "Cultura, Desarrollo Sostenible y Ciudades" estamos iniciando una colaboración y nos hemos planteado entre nuestras líneas de trabajo, una sobre las CECs y la sostenibilidad. Como personalmente también me enfoco en los centros culturales, he encontrado un caso que presenta un gran potencial de estudio en este campo: el Centro Cultural Logomo de Turku, que jugó un papel preponderante en el transcurso del programa de "Turku 2011".

El objeto de esta nota es entonces ofrecer una breve descripción del programa de la capitalidad y de este centro cultural que no es muy conocido en Latinoamérica – incluso en Europa, me atrevería a decir – y destacar sus principales características con el fin de entender cómo participó y evocar algunas pistas de observación para la etapa subsiguiente que analizaremos más tarde en este año.

Turku, la ciudad

Turku, en cuyos astilleros se dice que se construyen los mayores buques de cruceros del mundo, es la ciudad más antigua de Finlandia (fundada en 1229). Se encuentra a 150 km. al Este de Helsinki, y por la población de su área metropolitana (300.000 habs.) llega a ser la tercera del país. Fue la capital del país hasta 1812, y hoy en día es la "ciudad oficial de la navidad en Finlandia". Un terrible incendio en 1827 destruyó los 2/3 de sus edificios, por lo que su actual fisonomía presenta un aspecto bastante uniforme, en un plano cuadriculado, y sin muchas huellas de su pasado medieval. La ciudad cuenta con una buena reputación como cuna de artistas: se puede citar a Meiju Niskala, artista de performance, el escultor Kim Simonsson y el compositor Ulf Langbacka, entre otros. También es conocida por tener una de las mejores academias de arte de Finlandia, por no hablar de su reconocida escuela de circo. Incluso se dice que la música electrónica nació en Turku; de hecho, el más antiguo festival citadino en Finlandia, "Down by the Laituri", se considera entre los mejores eventos musicales de la Europa nórdica. Para los responsables de la designación de la Capital Europea de la Cultura en Finlandia, el perfil de esta ciudad – un refugio artístico sofisticado pero relativamente desconocido – encajaba perfectamente con las ambiciones del programa comunitario.

"Culture does good", la cultura hace bien: el programa de la capitalidad

Cuando Turku fue seleccionada en 2006, había dejado atrás a seis competidoras, entre ellas Rovaniemi, Tampere, Oulu, Jyväskylä… El lema de la presentación de su candidatura era "Turku está en llamas" y desde el inicio concibieron la aventura más como un proceso que como un programa para un año. Así, formaron parte del programa 163 proyectos de diverso tamaño de los cuales, tres de cada cuatro habían sido seleccionados a partir de una convocatoria pública. Ello refleja bien los puntos de partida de su proceso: base abierta y participación amplia. El contenido se dividió en cinco temas: Trasformaciones 2011, Despegues (take offs) 2011, Exploraciones del archipiélago 2011, Personalmente 2011, y Memorias y verdades 2011. Sus principales objetivos eran el bienestar (well-being), el internacionalismo así como la exportación comercial de la economía creativa y la cultura. Se realizaron aproximadamente 5.000 eventos y actividades (abiertos al público en general o enfocados a grupos de escolares o de mayores, por ejemplo) de los que 70% eran gratuitos. Respondiendo a la vitalidad idiosincrática de la escena artística de Turku, se contó con la participación de 15.000 artistas, contribuidores y productores; los extranjeros provinieron principalmente de Suecia, Gran Bretaña, Alemania, Estonia y Estados Unidos. Hablando el objetivo del bienestar, lo declinaron en dos componentes: salud y medio ambiente. Así, con respecto al segundo, desarrollaron la línea temática del agua, sobre todo durante el verano. Y ligando agua y salud (y fuego), un proyecto cultural emblemático se realizó en torno a los baños sauna – lugares y prácticas tan ligadas a la sociedad y la cultura finlandesa. Es interesante resaltar un aspecto del tratamiento de la relación de salud y cultura: con el respaldo de la comunidad médica y la seguridad social, los doctores en centros de salud de la ciudad distribuyeron 5.500 "recetas culturales", es decir vouchers que permitían la entrada a eventos del programa de la capitalidad, gratuitos para los habitantes y sin costo para las finanzas de los centros de salud… ¡una creativa manera de poner en práctica su concepción de que la cultura participa en la salud!

Logomo – El "Centro de Cultura"

Una vez planteado el marco, podemos concentrarnos en el centro cultural Logomo, una de las principales sedes del programa cultural de Turku 2011, proyecto lanzado especialmente para la capitalidad, y que según el alcalde de Turku, Aleksi Randell "tiene por misión aprender de los métodos creados por las experiencias durante el año, avanzar y desarrollarlos hasta que se vuelvan operaciones permanentes". En efecto, muchas de las esperanzas de la ciudad se han depositado en el audaz proyecto de renovación edilicia de lo que fuera un antiguo almacén y un cobertizo de mantenimiento de trenes que remonta a la época de los zares. Vendido por la compañía de ferrocarriles de Finlandia hace seis años a una empresa que intentó, sin éxito, que se convirtiera en un parque de diversiones, el inmenso edificio de ladrillo ha renacido como un Centro Cultural de 24.000 m², con espacios versátiles para conciertos, exposiciones, un restaurante, un café, una tienda y estudios para artistas y empresas creativas. Hartela, una empresa finlandesa, ha invertido 50 millones de euros en la limpieza y remodelación de la estructura en ruinas, apostando en que Turku se convertirá en un imán para las artes y la cultura después de 2011.

Contrasta el aspecto exterior industrial histórico con el interior espacioso y moderno, que ofrece más de lo que parece. Su ubicación central cercana a la estación central de trenes es una gran ventaja. La funcionalidad ha sido prevista como elemento esencial: la mayoría de los espacios pueden ser adaptados (reduciendo o aumentando su capacidad). La gran sala de Logomo puede recibir eventos de hasta 3.500 personas. El escenario puede ser modificado de 0 a 700 m² y colocarse de manera que se pueda crear un anfiteatro moderno. También se puede acoger seminarios, conferencias y congresos al contar con la tecnología necesaria. En 2013, el espacio de oficinas en Logomo será perfectamente adecuado para los trabajadores y las empresas del sector creativo. El objetivo es crear una comunidad de profesionales que se complementen y se apoyen mutuamente y así, fotógrafos, agencias de viajes, ilustradores y traductores tendrían colaboradores al alcance de la mano. Los espacios-estudio se han diseñado para artistas profesionales y van desde salas pequeñas de unos pocos metros cuadrados hasta grandes espacios adecuados para el trabajo colaborativo. En su primera etapa, es decir durante 2011, 9.000m² estuvieron disponibles para albergar un gran número de actividades del programa que no podrían haberse realizado en otras instalaciones de Turku (culturales o no).

El ala Oeste de Logomo recibió las cinco principales exposiciones, abiertas todos los días:

  • Fire! Fire! Producida en colaboración con el centro finlandés de ciencias, trata del fuego y del gran incendio de Turku, asociando elementos artísticos tanto en la concepción como en la presentación.
  • Only a Game? Es una exposición para las familias, organizada por la Unión de asociaciones de futbol europeas y que da perspectivas sobre este deporte y sus seguidores, llevando a los visitantes al mundo de los juegos.
  • Alice in Wonderland (Alicia en el país de las maravillas): Una ambiciosa exposición de fotografía contemporánea del Museo finlandés de fotografía. Con las obras de 31 artistas, interconectadas a través del mundo de la fantasía y llevadas a la realidad por varios métodos, la exposición da lugar al humor y al comentario crítico.
  • La exposición ARS11 de vídeo instalaciones preparada por el Museo de arte contemporáneo Kiasma con trabajos de Isaac Julien (sobre la migración ilegal en el Mediterráneo con un enfoque visual y poético) y de Eija-Liisa Ahtila (Where is Where?)
  • La retrospectiva de la obra homoerótica de Tom of Finland (Touko Laaksonen 1920-1991), originario de Turku.

El ala Este, en su auditorio y la sala de espectáculos, acogió los eventos de danza (por ejemplo de Tero Saarinen), una ópera, comedias musicales, conciertos de heavy metal, rock, jazz, música clásica… y eventos especiales, como el día internacional contra la homofobia y transfobia, o el día internacional de la ciencia.

Desde su apertura en enero hasta mediados de diciembre, Logomo había recibido 248.000 personas y concluyó su etapa festiva el 18 de diciembre de 2011. Algunas de las exposiciones se vuelven a abrir en 2012 dado el éxito obtenido. Logomo continúa su desarrollo en el marco de la estrategia prevista, viviendo una transición – no sin cierta nostalgia – con respecto a la explosión de energía que representó su primer año de existencia. Su papel en cuanto a motor del impulso a las industrias culturales y creativas ha generado grandes expectativas.

Turku 2011 "sería un fracaso si durara sólo un año": un legado con impacto a largo plazo y sostenibilidad

Cay Sevón, Directora ejecutiva de la Fundación Turku 2011, declaraba lo anterior al New York Times, agregando que la designación de Turku como CEC debía "cambiar la ciudad de una manera profunda". La concepción de la candidatura ya incluía la visión de que los logros de la capitalidad debían resonar en el futuro tanto regional como nacionalmente. En consecuencia, un grupo de trabajo fue creado para captar el aprendizaje de las mejores prácticas y generar nuevas ideas a partir de la experiencia de 2011. Por ejemplo, con base en un cuestionario final se encontró que el 78% de los responsables de los proyectos pensaban que las actividades generadas dentro de la capitalidad continuarían después de 2011. También se organizaron seminarios sobre el espacio urbano, la arquitectura y el desarrollo sostenible. Más allá, la ambición es que se pueda compartir a nivel europeo modelos sobre cómo la cultura puede aumentar el bienestar y cómo se puede cooperar de nuevas formas, como en el caso de la ciencia y la cultura. En colaboración con la Universidad de Turku, distintos estudios de seguimiento y tesis doctorales se han emprendido al respecto y se desarrollarán hasta 2016. Además, a nivel local, han emprendido la evaluación de cómo se ha hecho de Turku una ciudad más acogedora y hasta qué grado se ha fortalecido la vida y la experiencia cultural en ella.

Un caso que merece seguimiento

En conclusión, por los elementos expuestos, considero que el centro cultural Logomo y los resultados del programa de Turku 2011 merecen una atención particular de parte de quien se interesa en los temas de la cultura, la sostenibilidad y las ciudades. Obviamente cada experiencia de esta naturaleza es única y no reproductible, pero el caso de Turku puede sin duda dejar muchas lecciones positivas y negativas y aumentar nuestra comprensión del sentido que ha tenido en la práctica el Programa de las Capitales Europeas de la Cultura a largo plazo así como la implicación en ellas de los centros culturales.
 
Nota elaborada por Rafael Mandujano, miembro profesional de la Red de Centros Culturales de América y Europa
Visita también mi blog personal.

26 de enero de 2012

Humboldt y la Emancipación de Hispano américa


 

WWW.CENTROCULTURALPUCE.ORG

 

Humboldt y la Emancipación de Hispanoamérica

Presentación de libro

Descripción: http://www.centroculturalpuce.org/line.gif

Jueves 2 de febrero de 2012
Lugar: Auditorio Menor, 18h00

Palabras introductorias
Humboldt y la Emancipación de Hispanoamérica
Manuel Corrales Pascual S.J.
Rector de la PUCE
El bicentenario de la emancipación hispanoamericana es, sin duda, un acontecimiento que tenemos que celebrar, y celebrar jubilosamente. El Estado, las diversas instituciones y asociaciones, y cada uno de los ciudadanos, han de participar en tal celebración. Y cada una de esas instituciones, asociaciones, y cada uno de nosotros, ha de hacerlo según su propia entidad y función en la comunidad total. Por supuesto que la Universidad también ha de celebrar este jubiloso acontecimiento. Y ha de hacerlo -al igual que las otras instituciones y asociaciones de ciudadanos- de acuerdo con su propia entidad y función.
Al inaugurar este simposio sobre Alexander von Humboldt y la Emancipación Hispanoamericana, me pregunto cómo ha de celebrar la Universidad un acontecimiento histórico tan importante. Permítanme esbozar brevemente mi personal respuesta. No se trata de la respuesta del historiador -que no lo soy-, sino la de del ciudadano que pertenece a la "Universitas"; pero, además, que desempeña en ella funciones de gran responsabilidad: una de tales funciones consiste en animar a la comunidad universitaria a contribuir -como dice nuestro Estatuto- "de un modo riguroso y crítico ... a la tutela y desarrollo de la dignidad humana y de la herencia cultural, mediante la investigación, la docencia y los diversos servicios ofrecidos a las comunidades locales, nacionales e internacionales".1
Justamente esto es lo que define a la Universidad y lo que determina su modo de hacer las cosas, su modo de celebrar los grandes acontecimientos.
A lo largo de treinta años, ALEXANDER VON HUMBOLDT va escribiendo y publicando sus acuciosas observaciones y reflexiones acerca de lo que ve, lee y oye en estas tierras nuestras. Libros "de andar y ver", atlas, tratados de geografía, etc., constituyen un corpus total de treinta volúmenes. Esta ingente tarea no la hace en solitario: la realiza con otros investigadores y viajeros, entre los que destaca su colega y amigo, el médico y naturalista francés Aimé Bonpland.
Merece también nuestra atención su obra titulada significativamente Cosmos, con la que trata de compartir con curiosos lectores y con otros científicos su entusiasmo y rigor intelectual y sus convicciones sobre la investigación científica. Y, tal como lo anuncia el título, en los cinco volúmenes que componen esta obra trata de recopilar y exponer todos los conocimientos que en su época había acerca de los fenómenos de la tierra y del cielo. Quiero decir: geográficos y astronómicos...
Esta Universidad quiere celebrar el Bicentenario de nuestra Independencia con varios actos propios de su naturaleza y función. Uno de ellos es este simposio dedicado al sabio alemán que tan bien y tan hondamente conocía nuestras tierras y nuestros pueblos.
La naturaleza y función primera y principal de la Universidad es la búsqueda de la verdad; lo propio de la vida universitaria es la ardiente búsqueda de la verdad y su transmisión desinteresada a los jóvenes estudiantes y a todos aquellos que aprenden a razonar con rigor, para obrar con rectitud y para servir mejor a la sociedad.2 Por eso nuestra Universidad, como cualquier universidad católica, se distingue por su libre búsqueda de toda la verdad acerca de la naturaleza, del hombre y de Dios.3 Una búsqueda que no está subordinada ni condicionada por intereses particulares de ningún género.4
Ahora bien, lo que celebramos ahora los latinoamericanos es un acontecimiento histórico. Y resulta que la búsqueda de la verdad en el campo de la Historia tiene sus peculiaridades, sus métodos y... también sus dificultades. La llamada por los filósofos tradicionales "certeza histórica" tiene en este caso un valor incalculable; pero -insisto- su búsqueda y hallazgo no son fáciles. La base de la certeza histórica son -como todos nosotros sabemos- los testimonios; es decir, documentos escritos relativos a los hechos históricos de que se trata; o también monumentos de diverso tipo, dejados a la posteridad por comunidades humanas. Dar con la autenticidad de tales testimonios y calibrar la credibilidad de los testigos: he ahí el gran desafío del historiador.
Por eso un experto en esta ciencia, el profesor francés Charles Samaran, pudo decir que "la historia es una ciencia difícil, condenada a conseguir -solo por caminos tortuosos- una verdad siempre relativa".5
Si el componente ético -la honradez acrisolada- es fundamental en cualquier área del saber, en cualquier campo de la investigación científica, particular relieve tiene en la investigación histórica.
La honradez y el coraje moral son cualidades esenciales e imprescindibles del historiador: sin ellas, no hay historiador que merezca tal titulo. El mismo Samaran, en una especie de decálogo en el que resume las cualidades exigidas al historiador, nos advierte: "La honradez implica el sentido critico: el historiador debe estar atento sin cesar a los riesgos que le amenazan, entre los cuales el más insidioso es el anacronismo. Debe, en particular, estar siempre a punto para "resistir a sus propios prejuicios, a los de sus lectores, y, en fin, a las ilusiones a las que los contemporáneos mismos se han consagrado" (Michelet).6
El fruto del esforzado trabajo de los historiadores no son solamente sus aportes a la construcción sistemática y armónica de la Historia -de las Historias- de los pueblos, sino sobre todo el enriquecimiento paulatino de los elementos de la cultura de esos pueblos, entendida como "todo aquello con lo que la persona humana afina y desarrolla sus innumerables cualidades espirituales y corporales; procura someter el mismo orbe terrestre con su conocimiento y trabajo; hace más humana la vida social... mediante el progreso de las costumbres e instituciones; finalmente, a través del tiempo expresa, comunica y conserva en sus obras grandes experiencias espirituales y aspiraciones para que sirvan de provecho a muchos, e incluso a todo el género humano".7
La cultura se manifiesta y se transmite en monumentos de múltiple naturaleza, y se condensa en lugares comunes que los miembros de una comunidad acuñan como estereotipos densos de contenido y significación. Estos lugares comunes, o tópicos, adquieren carta de ciudadanía en las comunidades humanas. Pero es preciso saber discernir: hay lugares comunes cimentados en la verdad, y lugares comunes producidos por la fantasía o por ciertas reacciones viscerales ante determinados acontecimientos, o incluso productos de determinadas ideologías. El lugar común cimentado en la verdad se constituye en patrimonio cultural transmitido de generación en generación y enriquecido por el aporte de cada una de las generaciones que se suceden en una comunidad. El lugar común generado por la fantasía, o por reacciones viscerales, o por posicionamientos ideológicos, genera en los pueblos y en las comunidades un afincamiento en el error, cuando no en la mentira, y no hace ningún favor ni a la cultura ni a la identidad propia de esos pueblos y comunidades.
Quiero explicitar mi aprecio por la presencia de todos aquellos colegas que van a contribuir al éxito de este encuentro científico. En primer lugar, al Doctor Segundo Moreno Yánez, su organizador; al Doctor Jorge Moreno Egas, Director de nuestra Escuela de Historia en la Facultad de Ciencias Humanas, al Doctor Carlos Landázuri Camacho, Profesor de Historia en nuestra Universidad, y a la Doctora Christiana Borchart de Moreno, investigadora.
Agradezco también al Señor Director de la Biblioteca Ecuatoriana Aurelio Espinosa Pólit, y Director de este Centro Cultural, el Lcdo. José Nevado de la Torre S.J., por habemos facilitado preciosos tesoros de arte que ustedes podrán contemplar en la exposición que se realiza paralelamente a este simposio. A la Lcda. Gaby Costa Ullauri, Coordinadora de este mismo Centro, responsable de la mencionada exposición, y al Grupo de Teatro de nuestra Universidad.
Pero merecen especial aprecio y gratitud de mi parte, los colegas especialistas que han tenido la generosidad de aceptar nuestra invitación y participarán en este simposio enriqueciéndolo con sus científicos aportes: la Dra. Ulrike Leitner, de la Comisión Alexander von Humboldt de la Academia de Ciencias de Berlín y Brandenburgo (Alemania), el Doctor José Ángel Rodríguez, de la Universidad Central de Venezuela; el Doctor Mauricio Nieto, de la Universidad de los Andes en Colombia, y el Doctor Teodoro Hampe, de la Pontificia Universidad Católica del Perú. A todos ellos mi agradecimiento, y el deseo de que pasen con nosotros una grata estadía.
Y a todos ustedes muchas gracias.
Quito, 17 de agosto del 2009

Descripción: http://www.centroculturalpuce.org/line.gif

1 Estatuto de la PUCE, ART. 4, a). Y constitución apostólica Ex corde Ecclesiæ sobre las universidades católicas (1990), n.º 12.
2 Cfr. Ex corde Ecclesiæ, n.º 2, §1.3 Cfr. Ex corde Ecclesiæ, n.º 4.
4 Cfr. Ex corde Ecclesiæ, n.º 7, §2.
5 CHARLES SMARAN, en el Prefacio de L´Histoire et ses mèthodes, Paris, Gallimard, 1961, reimpresión 1973, p. vii ("Encyclopédie de la Pléiade").
6 Id., Ibíd., p. xiii.
7 CONCILIO VATICANO II, Constitución pastoral Gaudium et spes, sobre la Iglesia en el mundo actual, n.º 53, §2.

Descripción: http://www.centroculturalpuce.org/line.gif

ENSEÑANZAS EN EL BICENTENARIO
Las conmemoraciones cívicas son la ocasión para interpretar la historia como un modelo ejemplar. A través de ellas se buscan los paradigmas fundacionales que valoran la existencia de la nación ecuatoriana. Hace doscientos años Quito puso las semillas de la emancipación hispanoamericana y, el 2 de agosto de 1810, las irrigó con su sangre, gesta que le valió el nombre de "Luz de América". Al conocer estos trágicos sucesos Alexander von Humboldt sentenció: "ya han perecido en Quito, víctimas de su consagración a la Patria, los más virtuosos e ilustres ciudadanos".
En un afán de celebrar el Bicentenario de nuestra Independencia, la Pontificia Universidad Católica del Ecuador, institución académica definida como buscadora y transmisora de la verdad, entre otras actividades, organizó en el año 2009 una exposición en su Centro Cultural y un simposio internacional sobre "Humboldt y la Emancipación de Hispanoamérica". Los trabajos académicos que, entonces, se expusieron, se presentan ahora en un hermoso volumen, presidido por el retrato del científico prusiano, obra del insigne maestro Oswaldo Viteri. A lo largo de sus páginas, los autores intentan aclarar la postura del "Segundo Descubridor de América", Alexander von Humboldt, ante los movimientos de la independencia en México, Venezuela, Colombia, Perú y Ecuador. En la Audiencia de Quito, como se conocía entonces al actual Ecuador, Humboldt estableció contacto con muchos personajes que, posteriormente, estuvieron involucrados en alguno de los bandos durante las luchas por la Independencia. Con algunos de ellos mantuvo contactos y de todos conservó lejanos recuerdos.
Su humanismo ilustrado inspiró a Humboldt que el progreso se alcanza más con reformas que con rupturas revolucionarias; y un moderado optimismo le llevó a decir: "vendrá el tiempo en que la humanidad será libre, pero todavía nosotros estamos lejos de ello". Quizás su mayor legado es la sentencia escrita en sus "Diarios" durante su permanencia en Guayaquil: "la idea de la colonia misma es una idea inmoral".